MEMORIAL
para cuarteto de cuerdas dedicado a Mario Lavista
Georgina Derbez, compositora
Memorial de Ana Lara, dedicado a Mario Lavista. Ana nos transporta a un jardín de ecos y voces, con un material mínimo y el cuarteto tocando en un registro homogéneo, oímos esas voces que van y vienen como un oleaje, como voces que se identifican cercanas en un mundo sonoro altamente sofisticado. Reconocemos el guiño al Maestro Lavista con el sabio uso de trinos y arpegios de armónicos. Un tributo a su Reflejos de la Noche. El Maestro ha estado presente en este concierto, ha venido su Espiritu a saludarnos usando como precioso canal a nuestra muy querida Maestra. Ella nos lleva en esta obra de una manera sutil y sumamente elegante desde una sonoridad con sordina, yendo adelante hacia una nueva luminosidad, y terminando en el registro agudo. Nuevamente los unísonos. Como espíritus que finalmente se encuentran donde habita la luz .
Juan Arturo Brennan, crítico musical de "La Jornada"
El estreno absoluto: Memorial, de Ana Lara, obra creada recientemente en memoria de su maestro y amigo Mario Lavista (1943-2021). Es posible hablar aquí de una obra a dos voces: la voz propia de Ana Lara, y también la de Lavista, representada en esta partitura por diversos gestos y sonoridades que habitan su música, tanto la de cámara (especialmente sus cuartetos de cuerda) como algunas de sus obras orquestales. Música homenaje, música dolorosa, en la que la compositora pone de manifiesto, de nuevo, la importancia primordial que da a la textura instrumental en sus composiciones. El Cuarteto Latinoamericano manejó hábilmente, y con numerosos toques de delicadeza, la fusión entre estos dos lenguajes sonoros similares.
ANGELES DE LLAMA Y HIELO
Mark Swed, crítico musical del periódico “Los Angeles Times”
Después de 15 minutos con los dos ángeles de Lara, la música que la había precedido parecía haber sido desplazada desde hace mucho tiempo a un planeta lejano.
Atimothy Manga, crítico musical del periódico “Orange County Register”
El Ángel de Tinieblas y el Ángel del Alba, dos momentos de una obra más larga, hacen de Lara una voz importante y original. Las dos piezas, de temperamento radicalmente diferente (y en abslouto identificables como piezas mexicanas) tienen, sin embargo, recursos similares: notas y acordes sostenidos largamente, arpegios flotantes que se desarrollan lentamente y masas sonoras que se fusionan… Esta música se desplaza con magia, como una niebla peligrosa y un éter centelleante.
Thomas Aujero Small, crítico musical del periódico digital “ConcertoNet.com”
En otro gran descubrimmiento del festival, los magníficos Ángeles de Tinieba y del Alba de Ana Lara se abren en una explosión, casi literalmente, de las profundidades y la fuerza de los graves. Si bien este poema sinfónico posee casi la profundidad de Mahler, la amplitud y el colorido de La Mer de Debussy, Lara utiliza para la sección de cuerdas una técnica de glissandos que le es propia. A pesar de la gran cantidad de compositores fenomenales en la actualidad, Ana Lara es un descubrimiento capital, un músico dotado de una imaginación de proporciones sinfónicas. Ángel de Luz y Ángel de Tinieblas podrían poner en evidencia, un día, que muchas de las atrayentes piezas contemporáneas no son más que supercherías.
Larry Lapidus, crítico musical del “The Spokesman-Review”
La fuerza de evocación de Lara de los cuatro ángeles, simboliza las etapas de un ciclo que sobrentiende toda la vida humana. La música nos pone en contacto con las fuerzas que minan las pequeñas miserias de la humanidad. Evitando los rasgos nacionalistas o étnicos, Lara imagina enormes sonoridades orquestales, representando los ciclos inexorables y repetitivos que le interesan. Iniciando con un solo y único sonido grave en los metales y cuerdas, la pieza despliega una fuerza energética a través de combinaciones inauditas, de fluidos glissandi en las cuerdas y las arpas, murmullos en las maderas, relámpagos en las percusiones y parloteo en los metales. Una vez llegado el silencio, nos parece percibir lo que se oculta detrás de la cortina de la creación.
CUATRO HABITANTES:
Lázaro Azar, crítico musical del periódico “Reforma”, México
En el postludio de su nota para el programa de mano, Juan Arturo Brennan informa que la pintura que inspiró esta partitura, Cuatro habitantes de la Ciudad de México “es el único de los cuadros de Frida Kahlo en donde se ven las sombras”. Escrito en un movimiento durante el cual más que fusionarse tenemos un diálogo entre solistas y orquesta, este concertante evidencia las sombras que, protectoras, se ciernen sobre Lara: ahí están desde Lavista hasta Ginastera en el colorido orquestal y los matices tímbricos, pero, muy señaladamente en lo estructural, Revueltas, cuyo episodio final de La noche de los mayas recibe el digno y maduro homenaje que le prodiga una de nuestras más sólidas compositoras.
SOBRE ANA LARA
Leonora Saavedra, musicóloga
A SERIES OF LINKED DISCONTINUITIES – Reflections on the History of Mexican Music
(...) técnicas extendidas, lenguaje no tonal y una refinada expresividad que equilibra admirablemente impulsos emotivos excepcionales.
Joe Aimone, crítico musical del periódico “Olivet”, Michigan
Y ningún comentario podría evocar la importancia de los compositores elegidos en la exploración de un siglo de música mexicana, del titán fundador Carlos Chávez, que pasó sus últimos años en Nueva York decepcionado de la dirección de la cultura musical mexicana de los años 70, tan distinta de la de hoy, a la muy contemporánea y ultra inovadora Ana Lara, probablemente una de las compositoras de música de concierto más importantes del mundo en nuestros días.
